Tercer Éxodo  
 
  No tienes ni remota idea de cuánto te quiero XXXIV. 04-05-2024 17:15 (UTC)
   
 




Hola, soy yo.

No sé hasta qué punto quieres que te demuestre que te quiro. Te he dado mi vida y te la sigo entregando y todavía no crees ni confías en mí. Te he dado las claves de mis conexiones en la red, te he dado mi acceso y mi cuenta de Facebook, te conectas con mi cuenta mientras mis amigos y mis amigas te confunden conmigo creyendo que soy yo.

No te digo nada, te dejo hacer porque te quiero. Te pregunto, ¿alguna vez he tenido la necesidad o he insinuado querer revisar tu teléfono móvil o tus cuentas de Facebook y corréos electrónicos?

Has invadido mi intimidad, vas amenazando a mis contactos y no te digo nada; quieres prohibirme chatear en la red con mis amigos, y yo no te hago lo mismo. ¿Hasta qué punto debo confiar en que me quieres? O eres inseguro de tí mismo o no me quieres.

Ya nadie puede hablar conmigo sin que tú lo oigas o lo sepas. Después de todo lo que te he entregado de mí, sigues sin confiar, ¿qué otra cosa debería hacer para demostrarte mi amor?


  Te he dejado hacer de mí todo lo que jamás hubiera soñado que le dejaría hacer a un hombre conmigo. ¿Qué más necesitas que haga por tí, cariño? Ya me dirás si eso es lo que llamas amor.

Y no es que le invite a nadie a meterse en lo nuestro, pero la gente no es tonta; la gente ve y oye: mi familia me ha dejado de lado porque te quiero; pero, tú no me lo demuestras.

He hecho siempre tu voluntad, y no parece que nada de lo que haga te baste. Te lo suplico, cariño. Dime lo que te pasa.

Ya no sé qué hacer por tenerte contento a mi lado. Sabes que te necesito, y no hay nadie más que tú en mi vida. Te estaré esperando para cuando vuelvas; si te apetece hablar, hablamos; si no, te seguiré queriendo igual y me refiero solo al querer, a amarte.


Necesito que lo entiendas. Nadie, mi amor, nadie debe renunciar a sí misma por amor. Puede que todo esto que digo te parezca filosofía barata; cariño, no entiendo muchas cosas, pero dudo que entre cuerpos inertes exista el amor. ¿Cómo puedes pretender quererme si prefieres que yo sea inerte? Si tu actitud continúa asi, parecería como si yo hubiera renunciado a mi existencia, a la vida. Y no creo que quieras tener de pareja un vegetal o una piedra. ¿Quieres tenerme talada como un árbol?

No entiendo cómo puede nadie disfrutar de una mujer sin vida o no entenderás tú lo que comporta una vida.

Repito, te seguiré queriendo, como persona, como mujer, te amaré. Mi amor hacia tí no ha cambiado; pero, no seguiré contigo si solo quieres tener de pareja a un mueble. Si no lo ves como lo veo yo ni te vas a molestar demostrarme una actitud diferente, con mucho dolo en el alma, pondré tierra de por medio, entre tú y yo.


Tu chica.




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  Compartir

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis